Gracias a la Estrella del Norte o Estrella Polar, antiguamente los navegantes podían orientarse y llegar a su destino. Si perdían el norte, estaban perdidos, a la deriva, sin saber a dónde iban. Es fácil imaginar cuál sería su fin.

Nos encontramos en un momento dulce para el aceite de oliva, el olivar es un cultivo de moda a nivel mundial (China tiene previsto en los próximos años un “Proyecto en el  valle del río Bailong”, que prevé plantar tanto olivar como toda la provincia de Jaén) y cada día la ciencia justifica los beneficios del aceite de oliva que conocíamos, pero que no lográbamos entender. El precio de alrededor de los 3,00 €/kg. del aceite compensa los gastos y si a esto sumamos la subvención de la Política Agraria Común (PAC), esta situación nos puede provocar una somnolencia de la que puede ser que nos acordemos en un futuro no tan lejano. 

Aunque en el horizonte por ahora no se ven nubes que nos oculten la Estrella Polar, todos sabemos que esta situación no se mantendrá. Un simple cambio de tiempo o sencillamente cuando salga el sol, como no tengamos claro el camino, el naufragio es una posibilidad que debemos tener en cuenta.

A nuestro querido olivar, al igual que si se tratara de nuestro hijo, más vale que lo formemos y lo preparemos para lo que ha de venir. No debemos quedarnos en manifestar lo guapo y listo que es, porque el mundo en el que ha de sobrevivir será inexorable con él si no es el mejor.

Hay momentos en la vida en los que se pueden tomar decisiones de calado, que determinan nuestro futuro. Hay otros momentos en los que nos arrastran los acontecimientos y nuestro margen de maniobra es mínimo, sólo podemos aguantar y esperar si tenemos capacidad para ello.

El discurso de la calidad es aceptado por todos y en todos los sectores, la única diferencia entre unos y otros estriba en que unos lo ponen en práctica y otros sólo se quedan en la teoría del discurso. En nuestro mundo del olivar, los adultos como la provincia de Jaén, o nos reciclamos y aprendemos con las técnicas de las nuevas plantaciones de los países que se están incorporando o puede que nuestra somnolencia se convierta en una pesadilla. 

Después de mis años de experiencia dentro del mundo del olivar y de la producción del aceite de oliva virgen, me gustaría apuntar algunas posibles soluciones:

  • Liquidaciones por calidad: cada depósito debe tener su precio real de venta y trasladar este precio a aquellos que lo han hecho posible. No debemos entrar en precios medios que perjudican a aquellos que se esfuerzan por conseguir calidad.
  • Adelantar la recolección: es la forma más barata de conseguir aumentar la calidad. En la liquidación a los olivareros, la poca de recolección debe tenerse en cuenta.
  • La lucha contra la mosca (Bactrocera oleae) debe entenderse como una actuación colectiva, igual que si se comprara un depósito de la bodega o una máquina para el patio.
  • Formar al personal de la almazara para que puedan clasificar la aceituna en patio; entender cómo funciona cada máquina; la importancia de parámetros como temperatura, tiempo de troje, tiempo de batido, la limpieza; o que sean ellos que están allí en la almazara los que catan, clasifican los aceites a bodega y de esta forma poder ver los resultados de su trabajo.

Si conseguimos trasladar un diferencial de precios en las liquidaciones que no perjudique a los olivareros que quieren hacer las cosas bien, seguro que actúa de motor para la mejora del campo y por supuesto para que el consumidor final reciba un diferencial de calidad por el que seguro estará dispuesto a resarcirnos.

La clave no está en tener capacidad para comprar máquinas cada vez más caras y complejas, esto lo puede hacer cualquiera y en poco tiempo. El éxito, nuestro “norte”, será estar organizados, tener auténticos profesionales desde el campo, en la almazara, en la bodega, en la envasadora, en las ferias. Se valorizará el aceite y conseguiremos unos productos para los que la suerte no existe y su calidad no estará en entredicho. Para esta travesía, esta ruta sí es segura.

Opinión en Boletín Mercacei Semanal, Septiembre 2016

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